
Carlos María Ulloa, alias Polito, es uno de los domadores de caballos de polo más reconocidos en el último tiempo. Un hombre de campo que más allá del éxito, no deja de lado sus costumbres y mantiene su bajo perfil. Su pasión por los caballos lo llevó a ser quien hoy en día es. Casado con Mónica Isla, tiene 4 hijos, el mayor, Salvador, es polista profesional, tiene 6 goles de handicap, Hilario, siguió los pasos de su hermano y hoy lleva la camiseta número 2 de Chapa Uno, Esmeralda que es estudiante de Diseño y el menor, Carlos María, parece asomar por el mismo camino de sus hermanos mayores.
Polito nos cuenta brevemente en qué consiste su trabajo:
- ¿Qué edad tienen los caballos cuando entran al proceso de la doma?
Los caballos entran en este proceso a los 2 años. Son caballos muy bien criados, mansos de abajo y con muy buena genética, lo cual los predispone para comenzar.
- ¿Cuánto dura este proceso?
El proceso dura entre 6 y 8 meses dependiendo de cada caballo y de los periodos de descanso, que son largos pero necesarios para la madurez y posterior rusticidad.
- ¿De que consta?
Consta, por lo general, de varias etapas:
a) Primeros galopes con bozal del hocico para la flexibilidad del cuello y acostumbrar a las primeras ordenes, que son, derecha, izquierda, parar e ir para atrás.
b) Luego se le coloca filete, sale al campo y va en distintas direcciones como avanzar, retroceder, parar, pero todo esto desde la boca.
c) Se le coloca bocado, que es un guatán de cuero que va debajo de la lengua, para correrlos en el campo y se les exige hacer trabajos en velocidad, ya que en el polo, la boca es fundamental.
d) Se enfrena, se le coloca freno para que comience a tascarlo, se familiarice con él. Después de cierto periodo, se anda con freno o levantador, para que haga horas y se adapte a lo que va a usar por toda su vida.
- ¿Cuántos caballos recibís por año?
Domo 60 caballos por año, que se separan en dos tandas de 30 caballos cada una.
- ¿Cuántos de ellos son domados únicamente por vos?
La doma es un trabajo artesanal y personal, por eso tengo un equipo que ayuda a agarrar los caballos, a limpiar, a ensillas, calentar y luego del trabajo mío, me desensillan, dan de comer, guardan a box o largan al campo.
Todo el equipo ayuda a que pueda domar la totalidad de los caballos, además de las instalaciones que son muy necesarias.
-¿Alguna vez recibiste un caballo que no pudiste domar?
Por suerte nunca me paso, pero lo que hago es trabajar sobre un caballo, y si veo que no tiene condiciones para polo, lo hablo con el dueño y al llegar a un acuerdo, lo devuelvo. Así, yo no pierdo tiempo ni el dinero e ilusiones que no va a llenar expectativas.
La doma es una cosa más, que forma parte de este maravilloso deporte. Agradecemos a Polito por enseñarnos un poquito más de esto que nos apasiona y día a día llenarnos de cultura polista.
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